Hoy toca hablaros de la persona que nos ha invitado a pasar estos días en Cambridge: Martin Salisbury.
Es un hombre alto, con poco pelo en la cabeza, gafas diminutas y unas cejas muy pobladas. Anda un poco encorvado y da la impresión de estar ensimismado con lo que le ronda la cabeza. Sabe escuchar, te mira profundamente y no interviene hasta que no tiene la certeza de que tú has terminado. Y cuando es él quien habla, rara vez te mira a los ojos, se concentra de tal modo que parece más bien que estuviera pensando en voz alta, como si levantara la vista en mitad de la lectura de un libro y sus ojos se dirigieran a un horizonte que existe únicamente en su mente.
Su labor de divulgación de la ilustración de libros infantiles no se limita exclusivamente a su programa en Cambridge sino que va mucho más allá. Es el autor del que probablemente sea el manual más conocido en lo que a ilustración infantil se refiere, “ilustración de libros infantiles", y también es el comisario de varias exposiciones sobre este tema.
En Cambridge hay más profesores, algunos de ellos muy buenos (cuentan maravillas de Alexis Deacon), pero os aseguramos que Martin ejerce un liderazgo indiscutible en su programa y es muy respetado por todos. Es pura sabiduría y tiene una gran capacidad de comunicación, empatía y entrega hacia sus alumnos. O sea, un gran maestro.
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