Aquí la cuestión consistía en decidir de una vez por todas si las ilustraciones que aparecían en los libros tenían legitimidad para mostrarse sin el texto que les daba su verdadera razón para existir. Esta pregunta se la hizo una parisina y respondió "¿por qué no?". Desde entonces tenemos un pretexto más que añadir para desplazarse a la "Ciudad Luz".
Aquí podéis visitar su web.
Hola! Enhorabuena por este blog!
ResponderEliminarPasaré muy a menudo por aquí.
abrazos!
Qué alegría Alicia. Nos encanta "verte" por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo para ti también de los Ilustrartes